Avanzando con la sección Jardinería, te vamos a enseñar cómo identificar las plantas de acuerdo a sus características. Es importante ir aprendiendo esto de a poco, pues si nos apasiona este arte, seguro vamos a querer tener un jardín bello y armonioso. Hablaremos hoy de las bulbosas, las herbáceas y las leñosas y aprenderemos cómo cultivarlas con éxito.
Bulbosas
Llamamos bulbos a los órganos subterráneos o semi-subterráneos de algunas plantas donde almacenan nutrientes y desde los que salen inflorescencias y hojas. Por ejemplo: cebollas, tulipanes y dalias. Los lirios tienen rizomas semejantes a bulbos y se pueden manejar de modo similar.
Cultivo de plantas bulbosas
Pocas plantas dan dividendos mayores a partir de tan pequeña inversión como las bulbosas. Plantadas correctamente y en la época adecuada, nunca dejan de proporcionar una imagen brillantemente decorativa, y no obstante a mediados del verano han muerto y desaparecido, dejando el terreno libre para plantas posteriores. Pueden ser empleados además en diversidad de situaciones y resultan particularmente atractivas agrupadas en lugares despejados entre arbustos.
Muchos de los tipos más pequeños resultan adecuados para jardines rocosos y crean vistosas manchas de color a partir de mediados del invierno. El césped —incluso el del patio más diminuto— proporciona un asentamiento natural ideal para azafranes, acónitos y fritilarias, mientras que los tulipanes, jacintos y narcisos constituyen excelentes ejemplares para lechos alzados, pequeñas orillas o cuadrados de tierra entre losas del pavimento.
Las plantas bulbosas se desarrollan también satisfactoriamente en macetas y cuencos, dando flores para interiores durante los meses de invierno. Los colores son atractivos y las formas variadas y, para más hermosura todavía, muchas variedades poseen una deliciosa fragancia. Se puede comprar una gran variedad de plantas bulbosas.
Las más conocidas, como los jacintos y los tulipanes, los azafranes y ciertos narcisos crecen entre las piedras. Llena hasta la mitad una sopera con ellos y coloca los bulbos en posición, pon dicho recipiente en un lugar iluminado y mantén siempre un poco de agua en el fondo del mismo.
Coloca el bulbo en el cuello del cacharro de cristal con el nivel del agua cerca —pero no mucho— de su base. Se recomienda agua blanda con unos cuantos terrones de carbón vegetal. En una jardinera grande, plantar narcisos en capas en un recipiente profundo: una fila de bulbos, luego filamentos de bulbo, después más bulbos, y así hasta que se llene la jardinera.
Herbáceas.
Estas plantas tienen el aspecto de una hierba. Se ramifican profusamente desde la base, desde donde también salen sus hojas. Entre ellas contamos a la inmensa mayoría de las gramíneas y por ejemplo, agapantos, helechos, margaritas y otras muy vistosas. Vivirán por lo menos dos años en nuestras borduras.
Son plantas muy adaptables a los diferentes entornos por su gran diversidad de orígenes y amplitud de variedades dentro de cada familia. La gran virtud de este tipo de plantas radica en la facilidad para el jardinero aficionado de comprender su desarrollo y la facilidad con la que florecen sin tener que desarrollar un nivel alto de conocimiento.
Así se denominan a los arboles con tronco, fuste o ramificados, a los arbustos y a las plantas de ramas leñosas. Para su cultivo es importante al elegir este tipo de plantas para el jardín, debemos tener en cuenta el clima y el suelo disponible para que se desarrolle.
Con respecto a la temperatura, debemos saber si la especie seleccionada resiste el frío y las heladas, y considerar las características climáticas del lugar donde está ubicado nuestro jardín. Lo más conveniente es observar el tipo de plantas que se encuentran en los jardines vecinos y cómo se desarrollan.
Para los árboles, la luz no es un factor determinante en el cultivo, ya que por lo general reciben gran cantidad gracias a su altura. En cambio, para los arbustos es importante saber la cantidad de horas de sol que recibirán, dado que, si deben crecer a pleno sol o a media sombra y no les proporcionamos las condiciones que necesitan, se enfermarán con mucha más facilidad.
La rosa y la lavanda son plantas leñosas
En próximas notas seguiremos conociendo distintos tipos de plantas específicas, sus características, cultivo y cuidados.
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