El
traslado de grandes árboles está motivado por el deseo de ver un
parque desarrollado o bien, por motivos afectivos que nos ligan a una
determinada planta. Si bien todas las plantas pueden trasplantarse,
esta práctica no siempre se justifica. Vamos a ver en esta nota
muchos consejos para poder trasladar arboles y arbustos con éxito.
Especies
aptas
Sauces,
ligustros, robles, tilos, palos borrachos, tipas, cedros del Himalaya
y todas las palmeras tienen un excelente comportamiento frente al
traslado. Las palmeras se sacan en enero y febrero, son poco
exigentes en el suelo, aunque el gran riesgo es el exceso de agua
posterior a la plantación. Las tipas (Tipuana tipu) pueden
trasplantarse, aun siendo muy añosas, con pocas raíces y sin correr
riesgos, para ello deben podarse considerablemente.
Palos
borrachos, jacarandaes (Jacarandá mimosaefolia), ceibos y paraísos
como la mayoría de las plantas tropicales o sub-tropicales,
prefieren las temperaturas moderadas de la primavera, que permitirán
una rápida regeneración de raíces y menor riesgo de podredumbre.
Coníferas tales como cedros, enebros y pinos prefieren fríos
definidos, al igual que muchas plantas que pierden sus hojas en
invierno.
Reglas
generales
*Cuanto
más añosa sea la planta, mayor será el riesgo de deterioro severo
o muerte.
*Si
duda acerca del comportamiento de la especie, la poda y el recorte de
raíces son los mejores reaseguros.
*El
recorte de raíces se realiza en primavera y en algunos casos,
también en otoño.
Recorte
de raíces
*Se
abre un pozo alrededor de la planta, como si se fuese a sacar, pero
en forma parcial, solo la mitad del pan.
*Hay
que recortar todas las raíces que se encuentren, dejando intacta la
otra mitad. Ello le permitirá a la planta emitir nuevas raicillas,
las más seguras para absorber agua. La otra mitad asiste a ese
esfuerzo alimentando de nutrientes y agua a la planta.
*Es
preciso podar para reducir la transpiración de las hojas, evitando
mutilaciones severas.
*Una
vez concluída esta etapa, se volverá a tapar con tierra de buena
calidad, fertilizada con fosfato diamónico en una proporción de 1,5
kg cada m2.
*Es
posible pulverizar con algún estimulante radicular, sin el agregado
de hormonas enraizadoras, salvo que se conozca muy bien su uso.
*Se
regará tal como si recién se hubiese plantado y se colocaran
riendas para evitar un posible vuelco por viento, ya que hemos
quitado parte de su anclaje natural.
Proteger
el pan de tierra y la corteza
Algunos
elementos utilizados para esta delicada tarea son: arpilleras
fuertemente tensadas, alambre tejido con alambres que lo soporten,
sogas cruzadas, tablas rodeando el pan atadas con alambres y
cobertura de hormigón liviano con yeso. Cuanto menos raíces tenga
la planta y más voluminoso sea el pan, mayor será el riesgo de
rotura.
Los
suelos arenosos y francos son los más propensos a perder parte del
pan durante los traslados. Para mover la planta se la toma tanto del
tronco como del pan de tierra usando, preferentemente, eslingas
planas o amorfas.
Muchas cortezas, sobre todo en primavera, se
lastiman fácilmente. Si se destruye completamente le anillo por
donde se la tomo, la planta morirá. Es imprescindible resguardar ese
sector con arpillera, cámaras de neumáticos o trozos de madera
blanda.
La
plantación
*Antes
de levantar el árbol para colocarlo en el pozo, se debe quitar la
atadura de la copa para asegurarse que la mejor vista quede
correctamente orientada.
*El
proceso de plantación es igual que para cualquier árbol, con la
complicación de la envergadura: tierra negra buena debajo, el cuello
de la planta siempre más alto que el nivel del suelo circundante,
tierra buena fertilizada alrededor del todo el pan, asentamiento de
esa tierra a medida que se va colocando, riendas fuertes y en
cantidad suficiente para su volumen o riesgo de vuelo, palangana bien
conformada y finalmente, el riego de asentamiento.
*Casi
siempre la planta se inclina después del riego, por lo tanto sera
preciso enderezarla pero nunca si el suelo esta embarrado.
*A
partir de allí, los riegos deben ser cuidadosamente controlados, más
para evitar el exceso que la falta de agua, ya que cuando las raíces
se pudren, es imposible recuperarlas, pues mueren por ahogamiento.
Paso1: abrir un hoyo amplio buscando las raíces adecuadas para conformar el pan de tierra
Paso 2: recortar eliminando la tierra sobrante que rompería el pan al caerse
Paso 3: definir el tamaño y la forma finales, siguiendo lo que las raíces indican
Paso 4: inclinar el pan cuidadosamente para colocarlo sobre la protección
Paso 5: envolver el pan prolijamente es fundamental para su seguro traslado
Paso 6: un correcto anclaje es necesario para evitar vuelcos posteriores
Trasplante de un arbusto
*Con
la pala se cava a su alrededor para que quede bien formado el pan de
tierra.
*Luego
se lo toma para trasladarlo al nuevo pozo.
*Realizar
los pasos mencionados anteriormente.
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